Empezó a interesarse por las artes mágicas cuando tenía catorce años, pero hasta cumplir los dieciocho años no pudo unirse al aquelarre de su localidad, donde se impartían estas enseñanzas. Una vez integrada en ese grupo, se convirtió en una apasionada estudiante de las artes mágicas y fue progresando hasta llegar a ser sacerdotisa mayor y liderar su propio aquelarre. Tras muchos años dedicada a la enseñanza de la Wicca, técnicas de visualización y otros métodos, decidió finalmente seguir su camino en solitario y llegar a los demás a través de la publicación de sus obras. En la actualidad vive en Gloucester, Inglaterra, en compañía de su hija.